AMOR DE MADRE

Vete, que echarás de menos todo. Llega luego y notarás todo lo que te faltaba lo que dejaste atrás. Besa, abraza, deja que te quieran un poco (aunque no sepas abrazar, ya te lo dijeron).
Y luego piensa en dónde está tu hogar, en qué casa, en qué cuerpo. En qué recuerdos compartidos y sueños imposibles.
Llora porque no se te olvida que hogar no hay más que uno, aunque tú ya hayas desperdigado tus raíces por mil partes, por mil almas.
Y al fin, alégrate, porque en un millón de sitios hay puertas abiertas para tí y brazos que te esperan. Sólo madre no hay más que una. Y a ella sí, échala de menos.
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