COMO EL ANUNCIO DE COCA-COLA
Hoy no estoy triste. Ha sido un buen día, un día completito. Y sin embargo voy a escribir (aunque no tan bien como si fuera el peor día de mi vida).
Pienso a menudo en toda la gente que pasa o ha pasado por mi vida. Algunos de puntillas, apenas los recuerdo. Otros hicieron una paradita, unas risas, una buena noche. Los hay que estuvieron un tiempo compartiendo mis momentos, pero se fueron pronto. Luego están los importantes, los que dejaron su huella en mí (a veces en tan poco tiempo que casi no me di cuenta). Me gusta decir que tengo los mismos amigos desde hace años, es una prueba de que no he cambiado mucho. Los que han ido llegando nuevos están en su lugar, para siempre.
Y todo esto viene por ciertas decepciones; nunca pensé que dejaría de ser amiga de gente a la que quise mucho. Pero no es sólo por las decepciones, también (y sobretodo) es por las esperanzas. Como decía una amiga mía (nueva, pero ya amiga), es extraño hacer amigos a los 25. Pero pasa.
Así que el blog de hoy, el primero en mucho tiempo, va dedicado a todos ellos: a todos los que en algún momento formaron parte de mi vida. Y especialmente a los que siguen formando parte de mí misma. Bienvenidos y bienhallados.
Y bueno, a esa persona que insiste tanto en que escriba, un amigo nuevo (o que tiene todas las papeletas de serlo). Esto en parte es por su culpa.
1 comentario
Mrpan -
seguiré insistiendote para que sigas escribiendo. Así haré algo bueno por el mundo!